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Mostrando entradas de 2020

El Recurso Humano

Charlando con un amigo, en esta situación que vivimos de confinamiento, me hizo reflexionar sobre un concepto relativamente moderno (al menos antes no recuerdo escucharlo de forma tan cotidiana). El concepto es "recursos humanos". Lamentaba el hecho de tal concepto: el humano es un recurso; no un ser humano en su sentido más amplio (seguramente utópico). Somos un recurso para las empresas, esos entes que dirigen hoy en día nuestro mundo. Igual que existen recursos materiales, existen recursos humanos. De ese modo, de una forma brillante y retorcida, borras todo rastro de "humanidad" del propio ser humano, y tan solo utilizando el lenguaje. No cabe, pues, reflexión más profunda sobre la naturaleza humana. Desaparecen las inquietudes, el intelecto, el puro divagar natural humano, su creatividad, su filosofía. No existe moralidad ni reflexión. No existen claroscuros de la discordancia de las propias creencias del ente humano, ni de su modo de pensar, ni de sus constru...

Historias de héroes II

- ¿Qué tal estás, abuelo? - Bueno, hijo, ya sabes. A estas edades todo son achaques; uno días mejores, otros más estropeado. - Abrígate bien. Estos días está haciendo bastante frío. - Casi no salgo de casa, hijo. Me paso el día en el salón, echando leña en la estufa cada dos por tres, y viendo el parte- el anciano tosió al acabar la frase. - Vaya tos, abuelo. A ver si has cogido un catarro. - Llevo unos días así. Este frío de febrero se me ha metido en los huesos, incluso estando en casa. No le está yendo nada mal a Esteban. Solo con mis “juanolas” le estoy sacando adelante la farmacia. - Pues dile al tal Esteban que te lleve las pastillas a casa, ¡y todo lo que necesites! Al menos, que sea buen vecino, que con la edad media del pueblo, solo con sus medicamentos, va a pagar la universidad a sus hijos. - No, no, hijo. Si él se ofreció el otro día a traerme los medicamentos a casa. Pero le dije que si ni siquiera salía de casa para eso, me iba a “apolillar”- el anciano v...

Historias de héroes I

Tampoco es que estuviera cansado, era otra cosa. La vida era diferente. Lo notaba al salir de casa, viendo las calles vacías. Lo notaba trabajando; el estado de humor de todos era extraño. No estaba cansado. Quizás harto, pero no cansado. Echaba de menos la rutina.  La de antes. Hasta echaba de menos los atascos, como dijo alguna vez algún personaje público. ¿Que le pasaba el mundo? Se levantó de la mesa de la salita de descanso, aun con la taza de café en sus manos, barruntando estos y otros pensamientos similares. Se acercó a la puerta de la sala. Se detuvo frente a ella, como cuando das al pause en Netflix. Suspiro profundamente (“eso es que estás enamorado”, habría dicho su abuela), llevó su mano al pomo de la puerta. En ese brevísimo momento fue consciente. Gestos cotidianos, sin significado alguno en el día día de una vida normal. Ahora daban de qué pensar. ¿Había cambiado el mundo? - Su estado es crítico -dijo el enfermero. Eso quería decir que debía decid...